Un importante hito de Década 80 y la Cultura Pop que ha obtenido con el tiempo la consideración de título de culto, lo que propició varias secuelas en cine y una serie de TV. ¿Cómo olvidarse de la presencia de Sean Connery, la gabardina de Christopher Lambert o la inmortal música de Queen?
Los Inmortales son seres de una raza especial que sólo pueden morir decapitados entre sí. Viven desde hace siglos entre los hombres, pero ocultando su identidad. Unos defienden el Bien, otros, el Mal. Una maldición los obliga a luchar entre sí hasta que sólo quede uno de ellos. El escocés Connor MacLeod (Christopher Lambert) es uno de los supervivientes del clan de los Inmortales que ha llegado hasta nuestros días.
Las entretenidas aventuras de una raza de humanos con el don de la inmortalidad (a los que la muerte sólo les llega si se les separa la cabeza del cuello, y con la acertada leyenda de que "sólo puede quedar uno") no tuvo demasiado éxito en su estreno en cines. El motivo seguramente fuera que tanto el director Russell Mulcahy -realizador de importantes videos musicales- como el protagonista Christopher Lambert eran unos desconocidos en la gran pantalla en los ochenta.
En cualquier caso "Los inmortales" pronto ganó notable popularidad en el mercado de video, obteniendo con el tiempo la consideración de título de culto, lo que propició varias secuelas en cine y una serie de TV. Lo mejor: todo lo escocés (paisajes, ambientación y Sean Connery) y, para los nostálgicos ochenteros, las canciones de Queen (para los que el director había rodado varios videoclips)
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